Ha sido otra de las ventajas que hemos encontrado en España, ya que, aunque no es un estudio dedicado al desarrollo, ya supone cierta infraestructura. Sobre sus lágrimas en las semifinales y la final: «Soy una persona muy sentimental. Todo ello sin contar que Madrid es una ciudad fantástica y que, además, tiene una afinidad cultural muy estrecha respecto al deporte. Percibimos un talento que lo hacía el lugar adecuado.